lunes, 8 de noviembre de 2010

CONCIERTO DE MIGUEL RÍOS EN MADRID EN SU ADÍOS


Ante la crisis acuciante que tenemos, mi presupuesto para conciertos de este año es 0 patatero ó (no aplico la nueva norma de la RAE) 0 Zapatero. Pero amigos si Luisma te invita al palquito del palacio de los deportes, no te puedes negar.
Solamente una vez hasta ayer había visto a propósito a Mikel River (en lengua sajona) y fue en el año 82 un día antes de la jornada de reflexión de las elecciones que se celebraban finales de octubre, era en la explanada del Paraninfo de la Complutense, actuando tras la actuación de Georges Moustaki y el mitin del hombre del cambio, Felipe González. Tras Miguel unos preciosos fuegos artificiales a las 0 horas en punto. Madrid era socialista y esto cuanto ha cambiado, aunque se empeñe Miguel, en su actuación, a hacer la ola “siempre por la izquierda” en esta ciudad que tan bien le ha tratado siempre desde su llegada a Madrid creo recordar en su canción, COSAS QUE DEBO A MADRID, en 1967. O tal vez, lo dijo por que los porros siempre se pasan por la izquierda, como se decía en tiempos de la “movida madrileña” homenaje también en su canción La movida del verano del 82……. si, ese año en que triunfaban en España, Zoff, Gentile, Tardelli, Antognioni, Conti, Rosi, etc.. La otra vez que, mas que ver, oí, a Ríos fue en los Sanfermines de hace pocos años, pero no fue aposta sino casualidad, eso si, me alegré mucho de disfrutar de su actuación.
Aparte de las canciones ya mencionadas, su comienzo del concierto en un Palacio abarrotado con casi 20000 personas mas o menos, sorpresa, no fue con Bienvenidos, que la tocó en segundo lugar, el comienzo fue con Memorias de la carretera y ahí viejos y jóvenes rockeros, unas 4 generaciones, comenzaron a vibrar.
Cantó un repertorio de toda su vida, Antinuclear (dos bombazos en el escenario), Nueva Ola… Tras la ya mencionada Cosas que debo a Madrid, homenaje a su tierra Vuelvo a Granada, mas adelante El río con nada mas y nada menos que la madrileña incombustible Ana Belén, por la que no pasan los años luciendo tipito, chiri ta chiri ta chiri, me recordaba al peque con sus bolingas. Antes ya había estado en el escenario Lapido, cantando con su paisano. El ruido de fondo me recordó una estrofa que cantábamos en el trabajo allá por el 86 y decíamos “que ha sido eso que me ha sobresaltado, ha sido la Pifi, vaya grito que me ha dado”. Su hija Lua, cantando Un caballo llamado muerte, Amaral y Tarque también estuvieron con un impresionante Miguel que no paraba de alabar al público madrileño. Tres bises dio el cantante y en uno de ellos el Atlético Rosendo, cantaba a la par “maneras de vivir” en uno de los momentos mas álgidos de la noche.
Sábado en la noche, mueve tus caderas y muchas mas canciones en casi 3 horas de conciertazo. Se va acabando el espectáculo y Bye, bye, Ríos es la antesala del final con todos sus colaboradores y amigos cantando en el escenario. Para terminar, con todo el público en pié agarrado, el Himno a la Alegría, hay sabíamos todos que esto había terminado.
Miguel vuelve cuando quieras, has dejado huella y ni mucho menos te estas arrastrando por los escenarios como le pasa a otros. Siempre esperaremos tu vuelta, para cuando quieras, con los brazos abiertos y aplaudiéndote a rabiar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya ha durado el chaval. Cuando llegó a Madrid al principio de su carrera le ví en una matinal de los 40 principales en la Ser. ¡Qué mono estaba con su lunar!

Yo.

Mascherato viola dijo...

Incombustible, a mi la verdad es que no me vuelve loco, pero hay que reconocer que es un figura.